Los audífonos son muy resistentes, ya que están hechos para durar durante años; sin embargo, son dispositivos electrónicos, por lo que el frío y la humedad los pueden dañar. Es por esto que debes prestar mucha atención respecto a cómo cuidar tus audífonos en invierno.
No es noticia que la humedad y el frío pueden afectar los aparatos electrónicos, categoría a la que pertenecen los audífonos. Aunque los modelos más modernos están protegidos contra la humedad, no debemos abusar de esta característica.
Por ejemplo, el frío reduce el voltaje de las baterías, lo que disminuye su vida útil. Además, también pueden llegar a corroerse debido a la condensación. Por otro lado, la exposición prolongada a la humedad convierte al audífono en un criadero de bacterias, por lo que requieren de mayor limpieza.
Así como un médico recomienda mejorar el cuidado de los oídos durante el invierno, desde audífonos.es recordamos la importancia de cuidar los audífonos, sobre todo en invierno.
Si quieres alargar la vida útil de tus audífonos, basta con adoptar algunos hábitos simples que te permitan cuidar tus audífonos en invierno.
La humedad es el principal enemigo de los audífonos, ya que muchos de sus componentes son electrónicos. Aunque algunos modelos incluyen protección contra el agua, estos no prevén una exposición prolongada a la humedad y en invierno pueden estropearse con facilidad.
Nuestro consejo es que evites dejarlos en lugares propensos a la humedad y, si los vas a usar en el exterior, añadas algunas capas extras de protección y no olvides secarlos cuánto antes.
Los cambios bruscos de temperatura pueden causar condensación dentro del audífono, lo que puede dañar el tubo del codo y causar una avería interna, afectando su funcionamiento.
Procura que no pasen de un lugar seco y frío a uno húmedo y con calor. Cuando los guardes, que sea en una zona donde la temperatura sea constante.
Si practicas deportes de invierno, el sudor que se genera detrás de los oídos, al igual que las lluvias y nevadas leves, pueden dañar los audífonos.
Las bandas de sudor pueden atrapar el sudor y actuar como repelente de humedad, además de funcionar como pantalla de viento para proteger el micrófono del audífono.
Ya que el riesgo de absorción de humedad es mayor durante el invierno, también deberás aumentar el ritmo con que limpias tus audífonos. Además de la humedad, tus oídos estarán generando más cerumen, por lo que los audífonos se ensuciarán más rápido.
Aunque los profesionales de la audición recomiendan que la limpieza profunda sea semanal, durante el invierno es mejor que se haga con frecuencia diaria.
Las pilas son una de las partes del audífono que más pueden verse afectadas por la humedad. Es importante que el portapilas se encuentre seco.
Para hacerlo, basta con sacar las baterías cada noche y dejar el compartimiento abierto para que ventile; puedes pasarle un paño seco antes de guardarlo.
Si el estuche de tus audífonos no cuenta con un sistema de secado, siempre puedes utilizar un deshumidificador convencional. Los deshumidificadores para audífonos son especialmente útiles si notas que los audífonos tienen humedad dentro o alrededor del audífono con frecuencia.
Por lo general, basta con dejarlos secando toda la noche. Sin embargo, será mejor que consultes al audioprotesista respecto a qué es lo más adecuado para tu prótesis auditiva.
Por último, el invierno no es la única época del año en que debes cuidar bien tus audífonos, sobre todo si quieres alargar su vida útil.
Durante el resto del año, es recomendable retirar el cerumen diariamente de los audífonos, mientras que la limpieza profunda debe realizarse semanalmente. Para ello puedes ayudarte con el kit de limpieza con el que cuentan todos los audífonos.
Además, sigue siendo importante que guardes los audífonos en un lugar seco, a ser posible, dentro de su estuche con función de deshumidificación.