Los audífonos son una necesidad para las personas con problemas auditivos, pero no suelen ser baratos. Lo más habitual es que, si la persona afectada es un pensionista, suelen tener un bajo poder adquisitivo, esto le obligará a buscar una alternativa más económica.
A menudo, el término pensionista nos hace pensar en personas de la tercera edad, lo cual no suele alejarse de la realidad. Sin embargo, pensionista significa específicamente que se percibe una pensión; es decir, se recibe una ayuda económica por parte del Estado.
Sabiendo lo anterior, las palabras jubilado y pensionistas muchas veces se utilizan indistintamente, aunque ser una cosa no implica ser la otra.
Teniendo en cuenta la edad que suelen tener la mayoría de los pensionistas, generalmente se deberían buscar modelos que cumplan con las siguientes características.
Existen muchos tipos de audífonos, los cuales utilizan diferentes tecnologías y aporten diferentes niveles de discreción y potencia. En el caso de los audífonos para pensionistas, buscamos modelos que reúnan comodidad con rendimiento y potencia.
Sin duda alguna el mejor audífono cuando de potencia se trata. Este tipo de modelo tiene todos sus componentes tecnológicos dentro de un pequeño caparazón que se coloca detrás de la oreja y dirige el sonido al oído a través de un tubo.
Al ser el modelo más potente, es ideal para hipoacusias severas y profundas. Además, es una opción económica para pacientes con sordera cambiante.
En este tipo de audífono, el receptor y el amplificador se encuentran en el caparazón detrás de la oreja, pero el sonido se transmite a través de un auricular colocado en el canal auditivo del paciente. Estos son un poco más discretos que los modelos BTE y pueden tratar hasta sorderas severas.
Ya que estos aparatos no son económicos, los pensionistas y jubilados suelen disponer de subvenciones tanto públicas como privadas para la adquisición de audífonos.
Estas suelen resolverse mediante el reintegro de los gastos del usuario bajo prescripción facultativa del especialista.
El importe y las condiciones específicas de estas ayudas económicas dependen de la Comunidades Autónomas, pero los requisitos básicos son:
Para solicitar esta ayuda económica, hay que acudir a las direcciones generales de los Servicios de Salud, donde se brindará más información acerca del procedimiento.