¿Alguna vez has experimentado una sensación repentina de que todo a tu alrededor está girando? Si es así, es posible que hayas experimentado un episodio de vértigo periférico.
Este tipo de vértigo es causado por una alteración en el laberinto y el nervio vestibular, que son los encargados de transportar la información del equilibrio desde el oído interno al cerebro.
El vértigo periférico es el tipo de vértigo más común que se origina en el oído.
Cuando aparece el vértigo, el equilibrio es una de las primeras cosas en fallar en nuestro organismo, provocando movimientos erráticos y desvanecimientos súbitos.
Para tener un diagnóstico adecuado es fundamental realizar un examen físico que permita observar los movimientos oculares y las oscilaciones del cuerpo, así como revisar la historia clínica para averiguar si existen factores que predisponen al paciente a sufrir estos episodios.
El vértigo periférico es un trastorno del equilibrio que ocurre cuando hay un problema en el sistema vestibular, que es el sistema encargado de mantener el equilibrio y la orientación espacial.
El sistema vestibular está compuesto por el utrículo, el sáculo y los canales semicirculares, que contienen células ciliadas que responden a los cambios en la posición y movimiento de la cabeza para enviar señales al cerebro y mantener el equilibrio.
Cuando hay un problema en el sistema vestibular, como una infección, inflamación o daño en los órganos vestibulares, el cerebro recibe señales contradictorias de los oídos y los ojos, lo que puede causar vértigo periférico.
Uno de los síntomas más comunes del vértigo periférico es la sensación de que todo está girando o moviéndose a nuestro alrededor. Esta sensación puede durar desde unos pocos segundos hasta varios minutos, y puede ser tan intensa que te impida movernos o incluso levantarnos de la cama. Otros síntomas son:
Hay varias causas posibles del vértigo periférico. Entre ellas se incluyen:
En algunos casos, la causa del vértigo periférico puede ser desconocida.
En ocasiones, los síntomas como la hipoacusia pueden ser indicativos de futuros problemas de vértigo periférico. Algunos casos de hipoacusia infantil, guardan relación con ciertos episodios de vértigo que deben ser tratados para garantizar un nivel de calidad de vida adecuado del niño.
En la producción de estos eventos puede tener mucho que ver el factor hereditario, ya que se estima que 4 de cada 10 niños que sufren de estos problemas lo hacen a causa de la herencia de genes.
Ante un episodio de vértigo, es necesario realizar varios exámenes físicos para descartar posibles patologías. También es posible realizar al paciente un TAC o una resonancia magnética en caso de que exista la sospecha de sufrir problemas vasculares, tumorales o infecciosos.
Un diagnóstico temprano es crucial para que el tratamiento sea efectivo.
Normalmente, los tratamientos son personalizados y combinan los fármacos, para reducir la incidencia de los síntomas con rehabilitación vestibular, y pautas de actuación para situaciones del día a día. El objetivo es reducir los efectos de estos episodios si se volvieran a producir.
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El vértigo periférico puede ser una condición crónica en algunos casos, pero en la mayoría de los casos, los síntomas son temporales y se resuelven con el tratamiento adecuado.
Depende de la gravedad de tus síntomas. Es importante hablar con tu médico antes de comenzar cualquier programa de ejercicio si tienes vértigo periférico.
Los medicamentos que se utilizan para tratar el vértigo periférico pueden incluir antihistamínicos, antivertiginosos y benzodiacepinas. Tu médico determinará el medicamento adecuado para tus síntomas específicos.