En muchos casos, para corregir una pérdida auditiva, no basta con utilizar audífonos, ya que parte de la audición también ocurre en el cerebro. Después de un largo período sin percibir sonidos, el cerebro se desacostumbra a recibir información auditiva y es necesario entrenarlo de nuevo.
La estimulación auditiva es especialmente importante en los niños con hipoacusia infantil, porque si no aprenden a escuchar y hablar antes de alcanzar cierta edad, será complicado que lo consigan después. Además, la audición juega un papel importante en otros aspectos cognitivos y sociales.
En este artículo te contamos qué actividades y ejercicios de estimulación para la audición puedes poner en práctica.
Hay actividades muy sencillas que puedes realizar en casa, pero que ayudan a pacientes de todas las edades a adaptarse al sonido. Este tipo de ejercicios son una forma natural de aprender a oír, ya que también se utilizan para estimular a bebés.
Cuando no se puede comprender del todo la palabra hablada, la música es uno de los estímulos auditivos más efectivos. Incluso desde antes de nacer, los bebés son capaces de captar las vibraciones y otros sonidos provenientes del exterior.
La música más recomendada para estimular la audición es la clásica, instrumental o canciones con ritmos relajados. Además, la música ayuda a crear un estado de tranquilidad y relajación, evitando la sobre estimulación que la persona podría experimentar.
Siempre que se vaya a escuchar música con este objetivo, recomendamos hacerlo a un volumen moderado y sin utilizar auriculares.
Por otro lado, parte del entrenamiento auditivo debe estar concentrado en mejorar la comprensión de la voz. Para esto, la lectura es un excelente ejercicio, ya que ayuda a desarrollar la comprensión de los sonidos y potenciar el sistema auditivo.
Cuando leemos en voz alta, es importante modular la voz y entonarla en diferentes tonos. Esto puede ser realizado por la persona afectada, si previamente sabía leer y se siente capacitado para hacerlo, pero también por algún familiar.
En el caso de los bebés, es igualmente recomendable leerles, aunque aún no comprendan las palabras, sin olvidar los gestos faciales.
No hay nada como las conversaciones para estimular la audición. Va a permitir familiarizarse con las voces y las diferentes entonaciones. En el caso de las personas con sordera prelocutiva, también aprenderán a hablar a través de la imitación.
Sin embargo, las conversaciones pueden ser la parte más difícil. Recomendamos hacerlo con una pronunciación clara y buena dicción, evitando los gritos y los ambientes ruidosos.
Las rutinas en casa pueden ser el mejor momento para mantener esta conversación, sobre todo en el caso de los niños, quienes deberán esforzarse menos porque se irán familiarizando con las palabras.
Los niños en edad preescolar están en pleno desarrollo del lenguaje, por lo que no es de sorprender que muchos de los juegos realizados tengan como objetivo estimular la audición.
Los siguientes juegos pueden ser muy útiles para tratar la pérdida auditiva.
El juego de la alarma es muy parecido a una búsqueda del tesoro, pero no contamos con mapa. En lugar de eso, deberás esconder un reloj o cualquier otra alarma programada en algún lugar de la casa, para que el niño o la persona afectada intente encontrarla a través del sonido.
Para este juego necesitarás algunos recipientes parecidos y algunos elementos distintos entre sí (arena, piedras, cereales, agua, etc.) que deberán separarse en dos recipientes. Luego, con los ojos cerrados o tapados, habrá que agitar los botes y tratar de emparejar aquellos que –por el sonido– intuimos que contienen el mismo elemento.
Parte de la audición también depende de la memoria auditiva, por lo que hay que entrenar al cerebro para retener palabras y sonidos. Una manera de hacerlo es leerle al paciente una serie de palabras que debe recordar, y luego omitir una palabra, para que intente memorizar la lista original.
Esto puede realizarse con cartas y sonidos pregrabados, como una campana y su correspondiente “ding dong”. No debemos olvidarnos de decir el nombre de forma clara y repetitiva. De esta manera, podrá establecerse una relación entre los sonidos y las imágenes.
El teléfono escacharrado es un juego muy común en colegios, campamentos y otras reuniones de grupos grandes.
Consiste en que el primer integrante susurrará una frase al siguiente, quien la transmitirá a otro y así hasta llegar al último integrante. Lo normal es que el mensaje se haya distorsionado al llegar al final, pero nos permitirá discriminar la voz del ruido del entorno.
Aprender cómo estimular la audición es importante para personas con hipoacusia, ya que puede ayudar al cerebro a recibir información auditiva después de un largo período sin percibir sonidos.
Además de realizar diferentes ejercicios para estimular la audición, es importante utilizar el audífono y participar en terapias auditivas y de lenguaje.